En conversación con el IdDC, Carolina Cuevas, directora del Banco Internacional y de Acción Empresas, explica los principales desafíos y riesgos que están presentes en materia de inversiones verdes y por qué las compañías deben incorporar la sostenibilidad dentro de sus ejes de la estrategia de negocio.
¿Cuál es el impacto en el mundo empresarial, desde una mirada del Directorio, respecto a la evolución financiera de estrategias de sostenibilidad en las empresas? ¿En qué fase se encuentra Chile respecto del mundo?
En términos generales, Chile está mejor posicionado que el resto de los países de la región, pero más atrás que los países de la OCDE. Sin embargo, nuestro país ha liderado la emisión de bonos soberanos asociados a temas ESG, y ha sido uno de los primeros países en establecer metas de carbono neutralidad. Asimismo, a nivel regional hemos liderado los avances de la institucionalidad para la divulgación de información, por ejemplo, mediante las actualizaciones a la norma general N°461.
Por otro lado, el desafío de nuestro país está en vincular o estrechar la estrategia de sostenibilidad con los resultados financieros, ya que ambos se van a entrelazar y su impacto es preponderante para el análisis de largo plazo. Algunos son más directos o más fáciles de vincular, particularmente los riesgos asociados al cambio climático.
¿Cuáles son los principales desafíos y riesgos que ha identificado en la implementación de estrategias de inversión verde desde el directorio?
En términos de desafío, el primero es el poco conocimiento que hay tanto a nivel de ejecutivos como a nivel de directores. Por lo tanto, entender bien estas dinámicas, estas materias, qué es lo que es y no es sostenible, cómo lo mido y frente a eso, con qué trabajo o con que no. Ahí hay un tremendo desafío de creación de capacidad.
Si bien estos temas no son nuevos, sí son emergentes en los directorios y con miradas divergentes sobre cómo abordarlos, con cuánta urgencia, definir si queremos ser los primeros en adoptarlos, o mejor vamos detrás de otros, ya que sin duda hay riesgo en las dos estrategias. Otro desafío es la falta de datos y de herramientas. Una cosa es definir cuáles son los datos que se necesitan, validar la existencia de los datos y, finalmente, las herramientas para medirlos o no, qué seguimiento se hace y cómo se definen los KPI.
Por último, otro tema bien importante para todas las empresas en Chile es la taxonomía, que es tener un lenguaje común, definir y establecer qué es lo que es o no es verde, cómo se incorpora una inversión sostenible en Chile, cómo se compara una empresa con otra, o versus una empresa latinoamericana, europea o americana. Es un tema en el que se está trabajando para que exista una mayor claridad respecto a los conceptos e indicadores.
¿Cuál es el papel del Directorio en la formulación y supervisión de la estrategia de inversiones verdes de la empresa? ¿Cómo asegura que se tomen decisiones alineadas con los objetivos de sostenibilidad?
Lo primero es que la estrategia de sostenibilidad tiene que ser parte de la estrategia de negocios de la compañía. Y, por supuesto, que esa estrategia involucre siempre al directorio. Esa alineación se va dando de forma natural, pero para que eso pase, necesitamos contar con datos, definir indicadores, KPI, incluso KRI (indicadores de riesgo), y necesitamos hacer que estos seguimientos formen parte del set de información que va al directorio.
Asimismo, es fundamental que la empresa o parte de la estructura de gobierno corporativo cuente con un comité de sostenibilidad que vea en detalle estos planes de trabajo, métricas, definiciones y el seguimiento con sus respectivas cartas Gantt.
Es importante definir cuál es la industria en la que estamos e incluir dentro de la matriz y gestión de riesgo, los riesgos físicos asociados al cambio climático y los riesgos de transición.