Los eventos sin precedentes de los últimos dos años, han puesto a prueba los procesos de gobierno corporativo y, en especial, el liderazgo y funcionamiento de los directorios. Los requerimientos de acciones concretas sobre el desempeño de temas ESG, incluidos el riesgo climático; la diversidad, equidad e inclusión; la ciberseguridad y la eficacia del directorio para medir el éxito de una organización, continuarán desafiando a las directorios.
Estas cuatro dimensiones que buscan orientar a las organizaciones para priorizar la acción de sus directorios en 2022, pueden servir de guía para cumplir sus objetivos cruciales. En detalle, la sugerencia es tener en consideración las siguientes prioridades:
1.- Las políticas de ESG como pauta para articular una nueva propuesta de valor
La primera tarea para los integrantes de un directorio es averiguar qué está haciendo la empresa al respecto, para entender la posición en la que se encuentra y pensar en cómo adecuarse a las necesidades de su organización, stakeholders y clientes.
A informes meramente financieros, se deben agregar datos y herramientas que aportan a un enfoque centrado en la sostenibilidad, para implementarlos en cada unidad del negocio. De esa manera se pueden medir avances e impactos en la empresa, en términos de productividad y reputación, y cuidar el eje medioambiental y la sostenibilidad, que es una prioridad. También, así se alcanzará una mayor transparencia en prácticas comerciales y se corregirán las desigualdades socio-económicas, brechas de ingresos y disparidades salariales.
2.- Fomento activo de la diversidad, equidad e inclusión
Se debe incorporar gradual y sistemáticamente a empleados que representen una amplia diversidad racial, etaria, de género y etnias, lo que debe ir acompañado de políticas laborales anti-discriminatorias, que alcancen incluso al nivel más alto de una organización -al directorio- así como definir sueldos equitativos. El solo impacto de la pandemia de Covid-19 en la habilidad de las mujeres por mantener un puesto de trabajo, es causal de esta necesidad.
La diversidad genera riqueza si está presente en los grupos que toman las decisiones y la incorporación de cada vez más mujeres al mundo del trabajo a todo nivel, tiene un efecto exponencial porque no solo la impacta de manera positiva individualmente, sino que a sus círculos porque ellas reinvierten su ingreso en sus familias y tienden a aumentar el bienestar de las comunidades de las que son parte.
3.-Ciberseguridad, pieza integral del gobierno corporativo
Todos los ámbitos en los que las personas dan vida a una actividad empresarial, son áreas cada vez más susceptibles de delitos cibernéticos, por lo que solo mantener un perímetro de seguridad ya no basta, si no sumamos además el cloud computing y otras herramientas tecnológicas. Por eso, la ciberseguridad es un área prioritaria del gobierno corporativo y debe incluir a toda la cadena de valor de la que depende una determinada empresa.
Asignar los recursos necesarios para hacerle frente, es una condición básica de sostenibilidad corporativa y, después, las organizaciones deben hacerle ver a todos sus trabajadores que la ciberseguridad no es sólo una responsabilidad de carácter técnica radicada en las gerencias y equipos de TI, sino que es inherente a todos, para mantener a salvo la información que se gestiona y comparte.
Para controlar estos riesgos hay que echar mano de big data e inteligencia artificial, porque es lo que permite dirimir entre buenas y malas conductas.
Lo crucial es hacerlo a toda velocidad para asegurar sistemas mundiales hoy interconectados que, de sufrir algún daño, provocan perjuicios inconmesurables que han llevado a no pocas corporaciones a su fin. Eso también debe abarcar a las cadenas de suministro, además de a toda la red de proveedores externos.
Asimismo, corresponde cuidar los contextos “transaccionales”, además de conocer y medir la seguridad de los interlocutores y sus marcos de acción. Si una contraparte opera en un país donde la ciberseguridad es baja, cualquier contacto debe ser repensado. Hoy las redes de cooperación para aislar amenazas entre naciones, se extiende a grandes pasos y cuando no hay evidencia de eso, debe considerarse como una opción no aceptable. La unificación de criterios internacionales a este respecto, es ya una tendencia generalizada.
4. La eficacia del directorio como factor clave del éxito de una organización
Al igual que todos los grupos de trabajo en las empresas, los directorios también han evolucionado en cuanto a la nueva norma del desempeño remoto, durante la pandemia. Este último nivel que es donde radica la toma de decisión final, ya no es un grupo renuente al cambio porque la mayoría de las personas han debido adaptarse a esta reciente modalidad laboral, que exige formas más eficientes de reunirse, comunicar y decidir.
Los efectos de esta “nueva realidad” se pueden constatar en que estamos expuestos a menos presentaciones, mayor comunicación, más honestidad y claridad, respecto de lo que se resuelve. Por lo mismo, se espera que la adopción de nuevos procesos para inter-relacionarse a la hora de decidir cualquier asunto en beneficio del negocio, continúe a futuro. Eso implica una mayor disponibilidad de herramientas y recursos digitales adecuados para realizar transacciones, capitalizar oportunidades y adoptar resoluciones, sin demora.
Directora de Empresas y Asesora Internacional
Alumni IdDC