Las ideas culturales en torno al trabajo han cambiado. El trabajo se considera cada vez más como algo que se hace, en lugar de un lugar al que alguien va. Por lo tanto, en el futuro, muchos empleados exigirán una flexibilidad cada vez mayor sobre dónde, cuándo y cómo hacen su trabajo, y las organizaciones deberán tener políticas y herramientas para adaptarse a esto.
Hoy en día, podría decirse que existe un mayor escrutinio de la cultura corporativa, con una amplia gama de stakeholders, incluidos empleados, clientes, reguladores, inversores y los medios de comunicación, que prestan mucha atención a diferentes indicadores.
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La cultura se ve cada vez más como un indicador clave, tanto del desempeño a corto plazo, como de la sostenibilidad a largo plazo de una organización. Por lo tanto, el desafío para los directorios no es sólo proporcionar una supervisión sólida en torno a la cultura organizacional en una era de cambios rápidos, sino también comunicar una imagen precisa de esa cultura a los stakeholders.
El siguiente documento es un resumen de la reunión realizada en abril 2021 por el Círculo de Directores de Personas y recoge la conversación de los participantes en torno a la cultura organizacional y cómo el directorio debe garantizar que esta evolucione para reflejar un cambio social más amplio.