Durante los próximos días el Ministerio de Economía ingresará modificaciones al proyecto de ley «Más Mujeres En Directorios», el cual está en su primer trámite constitucional en la Cámara de Diputados y tiene com objetivo asegurar mayor presencia femenina en los directorios de las empresas chilenas. Para reforzar la propuesta, la Subsecretaría de Economía acogió visiones de actores de la sociedad civil, como el Instituto de Directores de Chile, Comunidad Mujer, Fundación ChileMujeres y Redmad.
Para comprender mejor la iniciativa, la subsecretaria de Economía y Empresas de Menor Tamaño, Javiera Petersen,conversó en exclusiva con el Instituto de Directores de Chile, donde explicó los alcances del nuevo diseño.
¿Cuáles son los principales objetivos del proyecto de Ley Más Mujeres en Directorios?
Las mujeres somos la mitad de la población y actualmente ese porcentaje no se refleja en la participación que tenemos en uno de los espacios claves de la toma de decisiones económicas, que son los directorios de las empresas. Según el Quinto Reporte de Indicadores de Género en las Empresas en Chile, sólo existe un 15,9% de participación de mujeres en los directorios de las compañías que reportan a la CMF. Mientras que el 41,8% de ellas son empresas cero, o sea que no cuentan con ninguna mujer en sus directorios.
El objetivo es llevar estos números a una mejor representación de nuestra sociedad y que muchas mujeres talentosas y capaces puedan aportar con sus visiones y experiencia en las decisiones empresariales. Estamos seguros que, una mayor diversidad en los directorios traerá efectos positivos en la productividad, en la innovación y en el desarrollo económico del país.
¿Cuáles son las principales modificaciones al proyecto de Ley Más Mujeres en Directorios? ¿Qué diferencia tiene con el proyecto anterior?
Son varias y sustanciales. Ya no hablamos de una cuota mínima para mujeres, sino que es una cuota máxima del sexo de mayor representación. Por otra parte, originalmente se habló de una cuota requerida de al menos 40% de mujeres. Hoy, con la convicción de que se necesita avanzar y luego de conversaciones con distintas organizaciones de la sociedad civil, estamos consagrando -como regla general- el modelo de cuota sugerida, que será revisada, cada cuatro años, por la CMF en base a indicadores objetivos. Sólo en el caso de que estos indicadores objetivos no se cumplan, las empresas que lleguen a la cuota sugerida pasaran a un régimen transitorio de cuota requerida por cuatro años, donde un sexo no podrá superar el 60% de representación.
La implementación también será gradual. En los primeros tres años, desde la publicación de la ley, la cuota será que las personas del mismo sexo no podrán exceder el 80%, desde el cuarto año no podrá exceder del 60 % de participación.
¿Cuáles son los indicadores que analizará la CMF?
Se trata de dos indicadores objetivos que buscan medir el nivel de adopción de la política pública. Por un lado, que al menos un 80% de las empresas cumpla con la cuota sugerida; y, por el otro, que exista menos de un 5% de empresas cero, es decir, empresas integra. Si no se cumplen alguno de estos supuestos, para el próximo periodo de cuatro años, sólo el grupo de empresas que no cumplan con la cuota sugerida pasarán a un régimen transitorio de cuota requerida, hasta el nuevo proceso de revisión.
También es importante destacar que el proyecto contempla una norma que resguarda el derecho de los accionistas sobre los directores electos antes de la medición de la CMF, permitiéndoles terminar su periodo, si la empresa pasa a un modelo transitorio de cuota requerida.
¿Cómo ha sido la recepción por parte del mundo empresarial a esta iniciativa?
Tras las conversaciones con los representantes de las empresas y gremios empresariales en los últimos meses, se hace evidente que hay un consenso transversal de que las mujeres deben participar más en los espacios directivos de las empresas del país. Las diferencias se centran en el sistema que nos ayude a llegar al objetivo en el menor plazo de tiempo posible. Es por eso, que durante los últimos meses nos sentamos a conversar y escuchar. Así hemos recogido las distintas observaciones y sugerencias, lo que nos permite estar proponiendo un diseño dinámico y gradual, adaptado a la realidad de nuestro país. Tengo plena confianza en que las empresas de nuestro país están preparadas para adoptar de buena manera este nuevo diseño.
¿Cuáles son los beneficios de esta medida?
Los beneficios serán para las propias empresas y para la economía de todo el país. La evidencia muestra que los gobiernos corporativos más diversos, en este caso con más mujeres, son un mejor espacio para la innovación y la productividad, pero también para mejorar los indicadores de control y riesgo de lo que ocurre dentro de las empresas. Mejorar estos indicadores en nuestra economía son parte de los desafíos que tenemos como país.
¿Cuáles son los principales desafíos que implica para las empresas?
El proyecto prevé un período de seis años de transición antes de revisar la política, con el propósito de otorgar a las empresas el tiempo necesario para adaptar o modificar, si es necesario, sus estatutos. Esto permitirá que, en la elección del directorio, la junta de accionistas pueda considerar la sugerencia de una cuota máxima conforme al proyecto. Además, durante estos seis años de transición, será fundamental el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil, dedicadas a promover la participación de las mujeres y a mejorar los gobiernos corporativos.
¿Qué pasa con las empresas que no cumplen?
Como el nuevo diseño contempla una evaluación permanente de la adopción de la política de cuota sugerida, las empresas que no cumplen seguirán bajo el modelo de cuota sugerida por el próximo periodo, a menos que la CMF determine un incumplimiento de los indicadores objetivos. Si esto ocurre, este grupo de empresas deberá adoptar la cuota requerida por el próximo periodo de cuatro años. Luego, volverán al régimen permanente, es decir, la cuota sugerida.