Por: Fadua Gajardo, Directora Ejecutiva del Instituto de Directores de Chile
La reciente revelación del caso Hermosilla ha sacudido fuertemente la confianza de la sociedad civil en las instituciones y organizaciones. La noticia, que aborda temas muy sensibles como el lavado de activos, soborno y cohecho, pone en manifiesto la fragilidad de la confianza en las empresas y resalta la importancia del rol del director en la preservación de la integridad corporativa.
En la actualidad, la transparencia y la ética se han convertido en pilares fundamentales dentro de las organizaciones, y es en este contexto donde el rol del director es más crucial que nunca. Los directores no solo son los lideres operativos, sino también los guardianes de la reputación y los valores de la empresa. Su responsabilidad va más allá de tomar decisiones financieras; abarca la creación y mantenimiento de una cultura organizacional basada en principios sólidos.
Es ahí cuando el director debe ser el principal ejemplo de ética y honestidad en la organización. Su deber es evitar cualquier práctica corrupta y asegurarse de que existan controles y transparencia para prevenir este tipo de situaciones.
La confianza dentro de las organizaciones puede que sea un activo intangible, pero le da un valor incalculable. Cuando se pierde la confianza en una institución u organización, recuperarla es muy difícil, y no solo afecta a los clientes, socios o empleados, sino que también tiene repercusiones en la sociedad. En estos casos, la sociedad civil deja de creer en las empresas, y restaurar esa credibilidad perdida se vuelve extremadamente complicado.
Por eso, resulta fundamental que los directores entiendan el impacto que tienen y la importancia de ser un ejemplo de integridad. En tiempos donde la información se mueve tan rápido, ellos deben ser los primeros en promover la transparencia y responsabilidad.
El caso Hermosilla nos recuerda, una vez más, que el liderazgo no solo se trata de guiar a una empresa hacia el éxito económico, sino de hacerlo con responsabilidad. La confianza es la base de las organizaciones fuertes, y los directores deben protegerla a toda costa.
Te compartimos 10 preguntas que los directores se pueden hacer: