Siguen llegando noticias sobre más y más lugares donde, con algunas restricciones, las empresas y el comercio están volviendo a funcionar. Al menos hay tres países que han anunciado avances en el desarrollo de una vacuna, y aunque hay una preocupación razonable por la posibilidad de un rebrote del covid-19 en algunos lugares, todo el mundo (y no es una exageración), está empujando para que podamos retomar el control de nuestras vidas y volver a avanzar. Lo que nos llama a la interrogante de si nuestros equipos están preparados para la incertidumbre.
Para los directorios, esta nueva realidad ha pasado desde, hacer frente a una situación absolutamente inesperada, a la definición de las condiciones en que las empresas continuarán operando a futuro una vez que la emergencia haya sido controlada.
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¿Qué necesitaremos de nuestros equipos?
La gran pregunta ahora es qué necesitaremos de nuestros equipos cuando empecemos a recuperar los volúmenes de operación, considerando que si bien el escenario que podríamos volver a enfrentar no será el de una crisis, seguirá siendo complejo y con un importante grado de incertidumbre y volatilidad, al menos durante algún tiempo.
Sin duda alguna existen personas y estilos de trabajo, a las que les cuesta más moverse en condiciones de variabilidad e incertidumbre, y también existen empresas que requerirán de mayor flexibilidad y rapidez, para interpretar y adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.
Hoy es fundamental tener claridad sobre el desempeño potencial de nuestros equipos bajo escenarios de vacilación, y evaluar lo que debemos reforzar en ellos para aumentar su autonomía, eficiencia, y flexibilidad; ya que mientras volvemos a retomar el nivel de nuestras operaciones, vamos a necesitar equipos propositivos, que vean oportunidades, y que busquen soluciones para enfrentar exitosamente estas inusuales condiciones de mercado.
Detenernos un momento para hacer esta evaluación, nos permitirá definir de mejor forma los niveles de supervisión requeridos para esta nueva etapa y las áreas que tendremos que reforzar para asegurar la flexibilidad que sin duda vamos a necesitar.
Frente a estas nuevas exigencias, necesitaremos equipos con líderes competentes, que puedan navegar en la incertidumbre, que inspiren a las personas a mejorar las relaciones con sus clientes y a reducir desperdicios, y sobre todo, que las inspiren a sentir orgullo por sus logros. Creando así, un estilo de gestión donde cada persona se comprometa con el cumplimiento de sus deberes, y se sienta responsable por sus aportes y resultados.
Pablo Jorquera
Director Educational Travel Group
Alumni IdDC