Cada día se torna más importante la necesidad de avanzar en la incorporación de directores de empresas más diversos, no sólo a nivel de género y edad, sino que también expertos en ESG, y sobre todo, en la disrupción tecnológica. Si bien es cierto que las actuales miradas mayoritarias financieras y legales entregan un punto de vista válido al negocio, este es sumamente homogéneo en las diferentes compañías. Es por ello, que es necesario incluir, en medio de la Cuarta Revolución Industrial, no sólo personas con orientación al negocio, sino que también líderes que dirijan y posicionen temáticas tecnológicas habilitadoras. En este sentido, es un desafío incorporar las prácticas de upskilling y reskilling como parte de la necesidad de atraer, retener y capacitar al talento existente.
Las tecnologías de la información y comunicaciones (TIC) han sido, son y serán el elemento habilitador imprescindible de la Transformación Digital para asegurar cambio, mejoramiento y optimización en los procesos de negocio actuales. Pero, tal como lo dice el concepto, lo digital está en constante “transformación y evolución”, por lo que es imperativo contar con talento que entienda y aplique el valor que la tecnología entrega a las organizaciones y el negocio. El objetivo final es lograr un impacto en la sociedad (clientes y colaboradores), y a su vez, crecimiento económico para los stakeholders. Es aquí donde las empresas, a través de sus directorios y gobierno corporativo, pueden y deben generar la diferencia, justamente en la mirada de corto, mediano y largo plazo.
Para graficar la importancia de la inclusión de la tecnología en las organizaciones, es necesario saber que hoy en día existen 700 millones de spots 5G en el mundo, incluyendo conexiones móviles de Internet de las Cosas (IoT). En este sentido, para 2025, IDC proyecta 4.000 millones de conexiones 5G, con una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) de 93%. Considerando lo anterior, las Redes Privadas de Comunicaciones, ya sean eLTE o 5G, ofrecen una combinación de rendimiento y flexibilidad, lo que permite un impacto determinante en procesos productivos e industriales soportada por Inteligencia Artificial. Por otro lado, al acercar el procesamiento de variables al lugar necesario, se estarán procesando aplicaciones críticas de negocio en tiempo real, en el lugar que se requiere, impactando así positivamente en los usuarios finales (ciudadanos) y los estados de resultados de acuerdo con los nuevos modelos de consumo.
Por ello, es imperativo que avancemos decididamente en estas lides, y también nos capacitemos constantemente en ellas.
Concluyendo, y lejos de intentar llevar una conversación técnica o árida a la agenda de los directorios, se requiere avanzar en “democratizar” conceptos entre quienes son responsables de tomar decisiones con el fin de aprovechar el impulso de esta ola tecnológica antes de que lo lleve a cabo la competencia, agregando nuevos puntos de vista en los directorios. Estamos frente a la oportunidad de monetizar la Transformación Digital, especialmente en un mundo que transita hacia entornos inteligentes, eficientes y sustentables.
Christian Barrera
Associate Partner, Kyndryl Chile
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