Entrevistas

Óscar Hasbún: “La incertidumbre abre la puerta a nuevas oportunidades”

Gerente general de la Compañía Sudamericana de Vapores, presidente del directorio de la multinacional SAAM e integrante de diversos directorios en Chile y el extranjero, Óscar Hasbún abordó el escenario actual de las empresas, los desafíos pendientes, las nuevas regulaciones y el rol de los directorios en el impulso del crecimiento económico del país, en una entrevista exclusiva con el Instituto de Directores de Chile (IdDC). 

En ese contexto, Hasbún destacó que la capacidad de adaptación es clave para enfrentar periodos de incertidumbre. Aseguró que, además de contar con planes de contingencia, las empresas deben aprovechar estos momentos para explorar nuevas oportunidades, como, por ejemplo, abrirse a nuevos destinos de exportación. 

Finalmente, se refirió a su participación como speaker en el congreso anual de gobierno corporativo The Board Directors’ Summit 2025, organizado por el IdDC, que se realizará el 25 de noviembre en Metropolitan Santiago. 

1. A partir de tu experiencia en directorios tanto en Chile como en el extranjero, ¿qué cambios has observado en el rol del director en los últimos años? ¿Qué aspectos crees que aún deben fortalecerse?  

Hoy el rol de los directorios trasciende lo meramente financiero. Si bien el desempeño económico sigue siendo crucial, hay una valoración creciente de la reputación y de la conexión con los diversos actores de la empresa: colaboradores, clientes, comunidades y proveedores. Además, las políticas de cumplimiento han ganado una relevancia significativa, requiriendo no solo más tiempo y el conocimiento de las regulaciones, sino también una cultura organizacional que las adopte como un valor fundamental. 

Estamos en un mundo cada vez más complejo, lo que presenta múltiples desafíos. Sin embargo, dos áreas clave que deben priorizarse son el desarrollo del capital humano y la retención del talento. Es esencial replantear los sistemas de incentivos, considerando las distintas prioridades de las nuevas generaciones de profesionales, quienes tienen una relación diferente con el entorno laboral. 

Finalmente, la digitalización y la inteligencia artificial avanzan a un ritmo acelerado. Es crucial no solo adaptarnos, sino también capacitarse y aprovechar estas tecnologías como una gran oportunidad para el crecimiento y la innovación. 

2. ¿Cuáles dirías que son hoy los principales desafíos estratégicos que enfrentan los directorios en un entorno de alta incertidumbre económica y geopolítica? 

La capacidad de adaptación es crucial para enfrentar periodos de incertidumbre. Este debe ser un proceso diseñado para mantener a la organización ágil, con planes de contingencia y cautela en las finanzas, la liquidez, el crecimiento y las inversiones. 

A la vez, la incertidumbre abre la puerta a nuevas oportunidades. Explorar nuevos mercados para diversificarse y revisar la cadena logística y los destinos de exportación es especialmente relevante ante el riesgo de un desacople entre China y Estados Unidos. 

Finalmente, estos tiempos son un buen espacio para «ordenar la casa». Evaluar e implementar mejoras internas es una buena herramienta para fortalecer la organización y capturar nuevas oportunidades. 

3. El contexto económico chileno ha sido un foco de preocupación empresarial. ¿Qué rol pueden jugar los directorios para contribuir al crecimiento y la inversión?  

¡Uno muy activo! Empresarios, directores y ejecutivos deben participar activamente en el debate público. Hay que visibilizar las barreras que hoy obstaculizan el crecimiento y el interés por invertir en Chile y proponer caminos para revertir el escenario actual. 

No son pocas las barreras. Necesitamos contar con seguridad pública y estabilidad regulatoria, resolver los nudos de la permisología e impulsar una reforma tributaria pro-inversión que permita un sistema competitivo… tenemos una herencia muy pesada con la reforma que hizo el ministro Arenas en el segundo gobierno de la Presidenta Bachelet. 

El voluntarismo no basta. Creo que hoy hay un consenso transversal en la urgencia de volver a crecer para construir un buen país. Necesitamos acciones concretas de la autoridad y la política para habilitar las condiciones básicas para ello con reformas congruentes. 

4. Temas como el cambio climático dejaron de ser accesorios para convertirse en parte del eje estratégico de las empresas. Desde tu experiencia, ¿cómo se están incorporando los criterios medioambientales en los directorios donde participas?  

En general los criterios medioambientales se están incorporando con metas específicas en las empresas y como parte integral del Balanced Scorecard, la “hoja de ruta”, de los equipos ejecutivos.  

Para avanzar, es clave equilibrar estas metas con la estabilidad financiera de las organizaciones. No todos los mercados están dispuestos a pagar más por los productos o servicios “más verdes” o sostenibles… entonces la tarea es doble. Los avances ambientales deben ser una ventaja competitiva para las empresas, de lo contrario, será difícil financiarlos e impulsarlos con fuerza. 

5. En los últimos años ha aumentado la presión regulatoria sobre los directorios. ¿Qué impacto ha tenido esto en la gestión y toma de decisiones a nivel de gobierno corporativo?

Existe un interés compartido de empresas, directorios y empresarios por contar con gobiernos corporativos sólidos, profesionales y, sobre que sean rigurosos cumplidores de la legislaciones que afectan sus relaciones con el entorno. Las normas debiesen apuntar a ello, buscando agilizar y dar certeza a la toma de decisiones, no lo contrario. 

El problema de fondo está en el diseño de estas normas. Un ejemplo claro en Chile es la Ley de Delitos Económicos: si bien busca penalizar delitos que claramente deben serlo (en esto no hay dos opiniones), genera una serie de discriminaciones arbitrarias en los derechos que tienen todos quienes son acusados de la potencial comisión de un delito y genera riesgos irracionales. Frente a una situación aleatoria, un error que no es un delito, las personas pueden ser sometidas incluso a prisión preventiva y procesos que se extienden por años para probar su inocencia. Eso puede implicar un daño irreparable para esa persona y para la organización a la que pertenece. La aplicación de leyes de este tipo debiese tener tribunales especializados. 

6. ¿Percibe hoy una mayor conciencia entre los directores sobre su responsabilidad legal y reputacional? ¿Ves una necesidad creciente de formación continua en estos ámbitos?  

Veo una conciencia muy clara de los directorios sobre las responsabilidades legales que tienen, especialmente en un entorno regulatorio exigente y cambiante. El entrenamiento permanente es parte de esa responsabilidad para poder ejercer el cargo de buena manera. 

Por otro lado, es importante evitar sobre regular. No es bueno que un director esté más preocupado de “cubrir” riesgos personales que de crear valor para las empresas. Es un balance que no se debe perder, por eso la autoridad debe tener mayor conciencia de cómo nuevas leyes afectan las decisiones de los agentes económicos. Ser director no es una tarea fácil. 

7. Por último, respecto a tu participación en The Board Directors’ Summit 2025: Directorios y directores movilizados por el crecimiento, el congreso de gobierno corporativo del IdDC, ¿qué relevancia le atribuyes a este tipo de instancias para congregar a los actores del ecosistema empresarial y así abordar de manera conjunta problemáticas comunes? 

Hacer negocios es un desafío diario, por lo que instancias como esta son muy enriquecedoras para compartir las mejores prácticas y experiencias y también aprender de los tropiezos. 

En mi camino profesional he comprobado el valor que tiene el diálogo, el intercambio de ideas, a todo nivel. Uno nunca termina de aprender. Todos adherimos con convicción a construir gobiernos corporativos de excelencia, que creen valor para las empresas, sus actores de interés, siempre dentro del marco normativo. Es el espíritu que alienta a las empresas en Chile, porque todos aspiramos a un mejor país. 

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